lunes, 6 de abril de 2009

El mundo a un clic de distancia

En una ocasión, un empleado en la Oficina de Patentes de Berna formuló una teoría muy interesante a la que llamó “Teoría de la Relatividad Especial”. No era un físico de renombre, tan solo un empleado de oficina. Y cambió el mundo.

Unos cuantos años antes, un gran pensador inglés - científico, físico, filósofo, inventor, alquimista y matemático para más señas - describió la Ley de Gravitación Universal. Este sí era un científico reconocido en su época. Y cambió el mundo.

En la frontera entre Francia y Suiza se ha creado el mayor laboratorio de investigación en física de partículas a nivel mundial. El mundo entero está pendiente de sus progresos. Y están cambiando el mundo.

Como podemos observar, el conocimiento tiene formas muy caprichosas para darse a conocer. Un gran pensamiento puede brotar en la mente de un científico, filósofo, erudito de gran reconocimiento o puede partir de un comentario más o menos fortuito de un barrendero. En este sentido, la mente humana no distingue mucho entre clases sociales, épocas, situaciones personales… tan solo aparecen pensamientos en diferentes mentes pensantes y punto.

Vivimos en una época en la que nos bombardean con conceptos muy abstractos y extraños, como la web 2.0, la web semántica o, incluso, con quarks, neutrinos y gluones. Y casi nadie sabe para qué tanto lío. Pues bien, no podemos pretender conocer todos los entresijos de la naturaleza y la tecnología en un clic de ratón y un vistazo a Wikipedia, pero sí podemos hablar un poco del sentido de la web 2.0.

Hay quien dice que la innovación hoy en día debe pasar por la web 2.0. Hay quien dice que debemos empezar a pensar en web 3.0. Hay, incluso, quien dice que estos conceptos deben ser ya asimilados, por lo que no tiene sentido hablar ni de web 2.0 ni de web 3.0. En definitiva, los que nos movemos en el intrincado y, a veces, etéreo mundo de la innovación tendemos a perdernos en cuestiones semánticas, cuando podríamos hacer todo esto más fácil.

No vamos a hablar de web 2.0. Hablaremos de conexión de mentes, por encima de barreras sociales, económicas, geográficas o temporales. ¿Se imaginan el enorme potencial que tendrían Albert Einstein, Isaac Newton y los científicos del CERN trabajando en conjunto, cada uno desde su trinchera particular, sobre los misterios de la materia y el tiempo? Es más, ¿se imaginan un séquito de mentes pensantes trabajando junto a Albert Einstein, Isaac Newton y los científicos del CERN para desentrañar los misterios de la ciencia? ¿Mentes pensantes nacidas en Nepal, India, Senegal, Perú, Canadá o Alemania?

En todas las materias en las que trabaja el ser humano hay algún Albert Einstein o un Isaac Newton, aparte de un departamento de I+D+i o centro tecnológico similar al CERN aportando ideas. ¿Se imaginan este potencial en cada una de las facetas en las que trabajan nuestras empresas canarias? Inclusive las empresas familiares que se dediquen a cosechar verduras y vender en los mercados de fin de semana.

¿Se imaginan una red de personas que trabajen o se interesen por la innovación en Canarias? Hablamos de Dinamizadores de la Innovación, de Gestores de la Innovación, de investigadores de universidades y de centros tecnológicos, de profesionales de todo tipo dentro del mundo de la innovación, de empresarios interesados en este tipo de conexiones…

En la Fundación Universitaria de Las Palmas estamos trabajando precisamente en estos términos y queremos hacerles partícipes de este gran (tal cual lo vemos nosotros) movimiento de cambio.

Ahí reside el enorme potencial de la web 2.0. Sin más líos terminológicos.


Artemis Rivero González, técnico en vigilancia tecnológica en la Fundación Universitaria de Las Palmas.

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